jueves, 5 de febrero de 2009

Hay quien visita mis noches y entra por la ventana

Las libélulas no deben entrar por sus ventanas a las casas. Y sin embargo aquí está, empujándome hacia el rincón, amenazándome con sus alas. "¿No deberías volar junto a los árboles que crecen en el río?". Pero no contesta. Y sin más, se acuesta, tan larga como es, sobre mi cama; y cubre su cuerpo con mis sábanas; y creo ver su desnudez atravesando aquella tela, mientras escribo mentalmente algunas frases que ahora no recuerdo. Me asomo a la ventana. Allá, al otro lado, se insinúa la desesperación, y tal vez, si escucho con cuidado, la oiré pronunciar mi nombre. Voy a Virginia como volviendo a los brazos del amante. Yo también quiero ir al faro, pero no sé si mañana haga buen tiempo. Esa luz que alumbra mucho más que la ruta de las rocas a los navegantes (es un hilo de luz que va directo a sus almas, esa sensación de sentirse verdaderamente en casa) se alza a lo lejos como una serpiente cuyos ojos centellean mientras pronuncian la palabra "seducción". Toda esa luminaria coronando aquella torre erecta que alguien construyó sobre los cimientos de algun viejo poema. Y otra vez la ventana y allá la desesperación. De no tener invitados, saltaría; pero allí está mi amante de tantas y tan pocas noches bajo la forma indefinida de mi cuerpo. ¡Libélula! ¡Despierta! Y abre sus ojos como si abriera su boca de perro hambriento. Cómo me seduce esa manera impetuosa de mirarme. Le pido que se vaya, "la mañana está esperándome en la esquina". Pero se niega a abandonar la casa. "Es un trato con la noche" "Somos animales nocturnos, (más animales que nocturnos, claro está)". Pero no se levanta, me mira como sabe hacerlo y yo termino por bajar la mirada. (Nota: le advertiré a otros diegos con otros versos que no bajen la mirada y si lo hacen que sea para mirar a las hormigas, nada más).
Cómo duelen esas noches largas de tinta derramada como semen. Ese sabor incompleto entre la boca y el dedo. Si no sale la libélula, aún queda la ventana y allá... la desesperación.

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